NARCOTRÁFICO

GENDARMERIA DESMANTELÓ UNA BANDA QUE ACOPIABA Y DISTRIBUÍA DROGAS EN LA FRONTERA NORTE

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Tras una larga investigación realizada por especialistas de la Gendarmería Nacional Argentina pertenecientes a la dotación de la Fuerza en Salta, fue descubierto el principal centro de acopio de cocaína y marihuana.

Funcionaba en una finca cercana a la ciudad de Rosario de la Frontera. La banda contaba con 4 avionetas en la transportaba la droga desde Bolivia.

La Agrupación VII Salta de Gendarmería Nacional asestó el golpe más duro del año al narcotráfico en la provincia durante un impresionante operativo que se inició en el departamento Rosario de la Frontera y en otras localidades norteñas. En el marco del denominado «Operativo Balboa», dispuesto por el juez federal N§ 2 Miguel Antonio Medina y el fiscal Ricardo Toranzos detuvieron a 11 personas y secuestraron más de 360 kilos de cocaína, 45 de marihuana, 4 avionetas, 11 vehículos, entre pick-up, utilitarios, camiones 4×4, tractores y otras maquinarias, además de dinero en efectivo distribuidos en pesos y dólares estadounidenses.

El centro del operativo tuvo como escenario una finca ubicada cerca de la ciudad de Rosario de la Frontera. «Esto se concretó luego de una tarea de inteligencia que demandó siete meses de investigación, de acuerdo con las directivas las autoridades del Juzgado Federal de Salta», explicó a El Tribuno el jefe de la Agrupación VII, comandante mayor Héctor Cepeda. «Todo esto forma parte de la agresiva lucha contra el narcotráfico que impulsa el Ministerio de Seguridad de la Nación», destacó.

Las pesquisas se iniciaron cuando el sistema Tránsito Aéreo Irregular (TAI) advirtió el sospechoso tránsito de avionetas que transitaban los cielos de la Ciudad Termal sin planes de vuelos declarados. Así fue cómo en los últimos días los gendarmes se apostaron en lugares estratégicos del departamento sureño y pudieron ubicar la finca desde donde despegaban y aterrizaban las aeronaves.

Para ese momento los investigadores ya no tenían ninguna duda de que detrás de los sospechosos vuelos se ocultaba una peligrosa red criminal dedicada al narcotráfico. El dato clave lo obtuvieron en la madrugada del jueves cuando tomaron conocimiento de que la banda se aprestaba a realizar un nuevo vuelo ilegal para el transporte de narcóticos. La información que tenían era que en las primeras horas de la mañana llegaría un cargamento procedente de la frontera. La llegada de camionetas a la finca en horas de la madrugada confirmó que la información era correcta.

Por razones de tiempo, la Gendarmería movilizó equipos de apoyo aéreos a la zona con toda la logística que el caso requería. La intención de la banda era que la nave estuviera poco tiempo en tierra. Es decir que descargara la droga y retornara de inmediato a la frontera con Bolivia, de donde otros miembros de la organización se encargaban del envío de los cargamentos de estupefacientes. Con la premura del caso y a requerimiento del fiscal Toranzos, el juez Medina autorizó el allanamiento de la finca.

Pista y hangares

Cuando los efectivos llegaron al lugar pusieron contra la pared a las personas que estaban en la vivienda. Acto seguido, iniciaron el operativo de requisa de la propiedad y descubrieron que había una pista de aterrizaje enripiada y un hangar donde estaban las cuatro avionetas. La nave que había llegado con el cargamento estaba con el motor en marcha con el piloto en la cabina presto a regresar. En una recorrida por los alrededores de la pista, los gendarmes observaron frescos movimientos de tierra entre la vegetación. En un espacio lineal de unos 100 metros descubrieron varios pozos de unos dos metros de profundidad donde ocultaban la droga en bolsas, cubiertas por maderas, empalizadas y yuyos.

Allí encontraron los 362 kilos de cocaína y los 45 de marihuana que había transportado momentos antes un avión Pipper de 4 plazas al comando de un piloto de nacionalidad boliviana. A las personas que se hallaban en la finca les secuestraron 27.600 dólares y 7.200 pesos. Con los datos aportados por los detenidos, el juez Medina ordenó once allanamientos en los departamentos Orán y San Martín y en la ciudad de Rosario de la Frontera. El comandante Cepeda confirmó que hasta la tarde de ayer había once detenidos y que se aguardaba la captura de otros seis miembros de la organización. «No es mucho lo que podemos decir, pero lo que sí podemos asegurar es que por la cantidad de droga incautada, por el número de detenidos y por los valiosos medios con que contaba la organización, sin duda este es el golpe más duro que dimos al narcotráfico este año», destacó el comandante Cepeda.

Si bien no se dieron a conocer muchos detalles del golpe a la organización delictiva, trascendió que entre los detenidos se encuentra el propietario de la finca, donde a juicio de los investigadores funcionaba el principal centro de acopio de la cocaína que ingresa del Estado Pluirinacional de Bolivia y la marihuana que se produce en la República de Paraguay.

De las investigaciones surgió que bajo la pantalla de la producción de poroto y soja, el «agricultor» sureño, cuya identidad no se difundió, utilizaba su finca para «enfriar» la droga para luego distribuirla a los principales lugares de consumo del país y del exterior. Se supo que el «finquero» sería el propietario de tres de las avionetas secuestradas en el lugar. Lo que sí pudo determinar es que la cuarta aeronave es del piloto boliviano que transportó la droga minutos antes de que los gendarmes allanaran la propiedad.

Una organización criminal con un fuerte poder económico. La banda contaba con cuatro aviones valuados en sumas millonarias para ingresar la droga. La organización criminal desbaratada ayer el Rosario de la Frontera tenía fuerte poder económico. Esto quedó graficado no solo por la cantidad de droga secuestrada, sino por el hecho de que contaba con cuatro aviones para transportar la droga desde Bolivia. La flota estaba compuesta por un Cessna, un Pipper, ultraliviano y un fumigador, cuyo valor fiscal es millonario. Como prueba de esto, un Pipper usado se cotiza en alrededor de los 65.000 euros.

De acuerdo con las primeras investigaciones, la banda venía operando desde hace por lo menos un año y en ese lapso habría ingresado al país voluminosos cargamentos de cocaína desde Bolivia y de marihuana desde el Paraguay. El accionar de la organización se puso al descubierto cuando el sistema de Tránsito Aéreo Irregular (TAI) detectó el incremento de vuelos no declarados en el sur de la provincia por parte de estas aeronaves. En el allanamiento a la finca se pudo constatar la construcción de una pista clandestina y de hangares para ocultar los aviones. La banda estaba perfectamente constituida y no solo operaba en Rosario de la Frontera, sino en las ciudades estratégicas del norte salteño, en la frontera con Bolivia de donde se organizaban los vuelos ilegales.

Otros golpes en los últimos tiempos

En el marco de la lucha contra el narcotráfico, en el mes de septiembre Gendarmería ya había dado un fuerte golpe al narcotráfico durante un procedimiento realizado en la puna salteña. El operativo estuvo a cargo de efectivos del Escuadrón 22 San Antonio de los Cobres, quienes lograron incautar 200 kilos de cocaína y más de 300 kilos de marihuana. Los dos cargamentos eran transportados en la caja de una camioneta que cayó a un barranco cuando intentaba la huida. A unos 20 kilómetros del límite internacional de Sico, cerca de San Antonio de los Cobres, los narcos intentaron ingresar por caminos ilegales, trazados que en el último tiempo exponen una nueva ruta de la droga en la región. En esa zona el Paso de Sico es el único lugar habilitado para llegar a Chile.

En el mes de mayo la Gendarmería desbarató a otra banda narco con la captura de Juan Antonio Aguilera, alias “Juanzuti”, un vecino de Orán, a quien bautizaron como el “Patrón del Mal del Norte”. A Aguilera lo sorprendieron con un cargamento de 373 kilos cerca de Rosario dela Frontera. De las investigaciones surgieron que el narco norteño no solo estaba vinculado con la venta y comercialización de cocaína, sino con trata de personas; inmigración ilegal de ciudadanos chinos en la frontera; propiedades millonarias, vehículos de alta gama y dinero en efectivo.

“Es notable el incremento patrimonial de este narco, contaba con más de veinticinco propiedades ubicadas en las localidades de Aguas Blancas, Orán y Pichanal y tenía más de quince vehículos. Entre su patrimonio se destacaba una propiedad ubicada en el barrio 6 de Enero, valuada en más de cuarenta y cinco millones de pesos denominada “El Imperio”, explicó en esa oportunidad la Ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich.

FUENTE:  Nota del Lector Terry Bullbear

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