TECNOLOGÍA

LOGÍSTICA MODERNA: Buques Portacontenedores,  los Gigantes del Mar

Los portacontenedores son los buques encargados de transportar cargas en contenedores estandarizados; se utilizan para transportar todo tipo de mercancías por todo el mundo. Los contenedores son esos gigantes que se pueden ver habitualmente en los puertos, similares a la carrocería del furgón de un camión.

Los buques portacontenedores suelen estar equipados únicamente con motores diésel y una tripulación que puede variar de 20 a 40 personas. Pueden llevar hasta 18.000 contenedores, lo que equivale a 450 trenes de carga de 40 vagones cada uno. Se hicieron conocidos a través de las películas “El Náufrago” y “Capitán Philips”, de las cuales participó una de las mayores empresas de transporte marítimo del mundo.  El alojamiento de la tripulación y el puente de mando están situados en unos emplazamientos que forman la “torre”, ubicada normalmente en la popa del buque en algunos casos algo más avanzada, por encima de la sala de máquinas.  Los primeros portacontenedores fueron construidos modificando buques petroleros, que a su vez surgieron de la transformación de buques de la Segunda Guerra Mundial. Hoy estos buques son una clase propia y forman parte de los barcos más grandes del mundo.

Para qué sirven

El objetivo de los buques portacontenedores es el transporte en masa de mercaderías en contenedores intermodales estandarizados, que normalmente son de veinte ó cuarenta pies de largo, que son los más comunes.  Es una técnica llamada containerización o contenerización. La capacidad de transporte de un buque portacontenedores se mide en TEUs (del acrónimo inglés Twenty-foot Equivalent Unit), es decir, el equivalente a la cantidad de contenedores de 20 pies que el buque podría transportar. Con el auge de la instalación de parques de molinos eólicos, estos buques fueron adaptados especialmente para el transporte de sus grandes piezas componentes (torres, aspas y otras), que llama poderosamente la atención cuando llegan a los puertos como por ejemplo en Puerto Madryn.

Un poco de historia.

Los orígenes de los contenedores hay que buscarlos en los Estados Unidos en la década del `50 del siglo XX. Malcom McLean, era un camionero de Carolina del Norte que transportaba productos hacia los barcos. Cansado de realizar el trasbordo de las mercancías de su camión,  una por una,  a los barcos, tuvo la original idea de cargar directamente el camión en el buque para así ahorrar tiempo. A partir de esa idea,  McLean desarrolló una caja metálica que poder transportar en el remolque de su tráiler, que equipada en sus esquinas con dispositivos de izado para las grúas de los muelles y los buques, podrían ser levantados y acomodados en forma segura en las bodegas de los barcos. De esta manera las mercancías viajarían “puerta a puerta” desde el remitente hasta el destinatario,  protegidas en un entorno cerrado y su carga y descarga serían mucho más fáciles.

McLean fundó la compañía Sea Land, que en la actualidad pertenece a la empresa Maersk. Compró dos buques petroleros y con la ayuda del ingeniero Charles Tushing, idearon los detalles técnicos para el izado y depósito de los contenedores en los buques. Para ello, rediseñaron los buques petroleros para el transporte de esas cajas metálicas, que comenzaron a llamarse “contenedores”.    Su primer barco fue el “Ideal X” que transportó 58 contenedores en 1956 desde New Jersey hasta Houston en solo seis días. Apenas 10 años más tarde, el Portacontenedor “Fairland” transportaba 228 contenedores desde Nueva York a Rotterdam y representó el primer viaje trasatlántico de un buque de esas características.

El portacontenedor más grande del mundo

En el año 2011, la naviera danesa Maersk encargó a los astilleros DSME (Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering) de Corea del Sur la construcción del El Maersk Mc-Kinney Moller. Con un presupuesto de 190 millones de dólares (unos 140 millones de euros), sería el primero de una serie de veinte barcos.  Desde el momento en que entró en servicio en el año 2013, el Maersk Mc-Kinney Moller se convirtió en el buque portacontenedores más grande del mundo. Este gigante tiene una capacidad de carga de 18.000 TEUs, el equivalente a 111 millones de cajas de zapatos o 182 millones de iPads en un solo viaje. Si colocáramos todos esos contenedores en un tren, mediría 110 kilómetros de largo y si los apiláramos uno encima de otro,  tendríamos una torre de 47 kilómetros de alta.

Para conseguir ese volumen de carga, ajustándose a las restricciones del tamaño de los puertos de carga, el Maers Triple-E gana espacio sobre sus competidores de tres maneras:

  • La forma de su casco: el Maersk Mc-Kinney Moller tiene un casco en forma de U, en vez de la forma V convencional, lo que le permite alojar más contenedores en su interior (+1500 contenedores) • La superestructura que aloja el puente de gobierno se ha desplazado hacia delante, lo que permite aumentar la altura de los contenedores apilados en la proa sin perder visibilidad (+250 contenedores) • La cámara de máquinas y la chimenea se han desplazado hacia popa, aumentando el espacio entre esta y el puente de gobierno (+750 contenedores).

Con el tiempo las dimensiones de los contenedores se estandarizaron a 20 y 40 pies, y hoy en día el noventa por ciento de las mercancías transportadas no a granel lo hacen de esta manera. En la tabla internacional, TEU es el número de contenedores que puede llevar y BRT (Brutto register tonnage) es el arqueo bruto. En promedio, el poder de potencia de los motores de los grandes buques portacontenedores varía entre 1 y 2 HP por tonelada. La velocidad entre 20 y 25 nudos (30-40 kmh). Los más grandes de estos buques son de categoría Post-Panamax, es decir, no son capaces de cruzar el Canal de Panamá debido a la excesiva eslora (más de 300 m).

Actualmente, los buques portacontenedores están en todas partes.  Sus rutas incluyen todos los puertos del mundo y desde Puerto Deseado hasta Hamburgo, seguro habrá algún buque portacontenedor que está llevando algún producto esperado. Si alguien está en dificultades en alta mar, quizás tenga la suerte de Tom Hanks en “El Náufrago” y uno de ellos lo rescate ®

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