ACTIVIDADES OPERATIVAS

RESCATAN A UNA MUJER ARGENTINA TRAS 32 AÑOS DE RETENCIÓN EN BOLIVIA

Una mujer argentina que había sido secuestrada en 1987, a los 13 años, para ser explotada en un prostíbulo en Bolivia. Ahora, con 45 años, fue rescatada en un operativo conjunto de las fuerzas de seguridad de ambos países junto a su hijo. Volvieron a Mar del Plata y la mujer pudo celebrar su primera Nochebuena en familia después de 32 años. Gendarmería Nacional informó el martes 25 de diciembre en un comunicado respecto al caso, que en 2014 habían recibido una orden judicial para investigar el caso, y en los primeros meses de este año pudieron averiguar que la mujer, originaria de Mar del Plata, se hallaba en la localidad boliviana de Bermejo, limítrofe con la provincia de Salta.

Se trata de una mujer argentina que había sido secuestrada en 1987, cuando tenía 13 años, para ser explotada en un prostíbulo del vecino país. La mujer, actualmente de 45 años, fue rescatada el sábado pasado junto a su hijo de 9 de un garaje en Bermejo, donde eran sometidos a explotación laboral en condiciones de esclavitud. Gendarmería informó que la ciudadana argentina había sido llevada «con engaños hacia Bolivia hace aproximadamente 32 años» y desde entonces su familia, oriunda de Mar Del Plata, no había dejado de buscarla.

Durante los primeros meses de este año, se reunió información de que la mujer se encontraba en Bermejo, por lo que se informó a la Fiscalía Federal de Orán y se ampliaron las pesquisas hasta confirmar que la ciudadana se encontraba allí con su hijo menor de edad. Las tareas investigativas fueron desarrolladas en conjunto por Gendarmería Nacional y la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de la Policía Nacional de Bolivia, Unidad Bermejo con el objeto de restituir a su hogar a las víctimas.

En 1987, un ciudadano boliviano identificado en la causa como «AC», de unos 50 años, se llevó a Bolivia, a la víctima que tenía 13 años y a su hermana mayor, con quien estaba de novio, junto a un bebe de pocos meses de vida bajo la promesa de que en ese país conseguirían trabajo.

Según se informó, después de tres meses, la hermana mayor de la víctima se peleó con el captor y regresó a la Argentina pero le impidieron traer a su hijo. Al regreso, la hermana de la víctima denunció que las habían engañado porque una vez que llegaron a Bolivia el hombre que las llevó las obligó a trabajar en un prostíbulo propiedad de su propia hermana, identificada como «Lola C», aunque no pudo precisar la ciudad y el lugar exacto donde se ubicaba. La denuncia fue puesta en conocimiento de la procuraduría de Trata y Explotación de Personas, el 18 de julio de 2014, que libró un oficio a Interpol de Argentina, para que con sus colegas bolivianos buscaran a la mujer.

Según se informó, entre octubre y noviembre de este año, los investigadores confirmaron que la mujer buscada trabajaba en un puesto de comida al paso en el Mercado Central de Bermejo. Ante ello, entre el 17 y 21 de diciembre se coordinaron las tareas para localizarla y «restituirla a su hogar junto a su hijo». Los investigadores resaltaron que las dos víctimas «estaban por debajo del peso básico que debían poseer», en especial la mujer con 20 kilos menos de lo normal para su edad y contextura.

La mujer narró a las autoridades bolivianas que deseaba volver a la Argentina con su hijo pero que la ciudadana para la cual trabajaba no la dejaba y le retenía los documentos de ambos por lo que funcionarios judiciales y policiales de Bolivia encabezaron un operativo para recuperar su documentación y facilitar su salida del país. Allí, comprobaron que vivían en el fondo de un garaje, donde el estacionamiento de los vehículos estaba dividido con un placard y tenía el acceso cerrado desde afuera por dos candados.

La mujer pudo ingresar finalmente el sábado 22 de diciembre con su hijo a nuestro país y partieron en avión el domingo rumbo a Buenos Aires, donde tras reunirse con personal de la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas fueron trasladados por tierra a Mar del Plata, donde finalmente pudo reencontrase con su familia y festejar la Nochebuena. Las fuentes vinculadas a la investigación señalaron que los captores son investigados porque se estima que falta encontrar otros casos y más víctimas posibles de trata.

Fuente: Clarín / Télam

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