HOMENAJES

REFLEXIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL MARTIN MIGUEL DE GUEMES

El General Martín Miguel de Güemes es uno de esos héroes de nuestra Patria que no pierden vigencia, porque su ejemplo sirve para reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro presente.

Nació en la ciudad de Salta el 8 de febrero de 1785, hijo de una rica familia de comerciantes españoles, inició su vida militar a los 14 años, cuando ingresó como cadete al 3er Batallón del Rey que estaba desplegado en Salta. Con 21 años de edad, fue enviado a Buenos Aires para combatir contra los ingleses durante las invasiones de 1806 y 1807 y tras una destacada actuación, en el año 1808 vuelve a la Guarnición Militar de Salta

Al producirse la Revolución de Mayo en 1810, fue uno de los primeros criollos en sumarse a la Revolución de Mayo. Al mismo tiempo y ante el permanente asedio de las tropas españolas en el Norte, conformó y comandó un ejército de aproximadamente siete mil hombres y mujeres, que era integrado por salteños, jujeños y tarijeños.

Con ese ejército de gauchos y un grupo especialmente entrenado denominados “Los Infernales”, contuvo el avance español rechazando varios intentos de invasión por parte de los españoles, que dieron tiempo al flamante gobierno de las Provincias Unidas para declarar la Independencia. Asimismo, sirvió de apoyo para que el General San Martín preparara y realizara la Campaña de los Andes.

Reconocido como Gobernador de la Intendencia de Salta en 1815, apoya en forma inmediata la declaración de la Independencia en 1816, manteniéndose al margen de las disputas entre el gobierno central y los gobiernos del interior.

Pese a todas las presiones, Güemes focalizó su objetivo en la contención del avance español en el Norte, tal como se había comprometido ante los Generales San Martín y Belgrano.    En 1820 fue nombrado por el general San Martín como General en Jefe del Ejército de Observación sobre el Perú. Al frente de sus hombres, Güemes se desplazaba en forma permanente por toda esa amplia zona geográfica, a la que tenía la responsabilidad de proteger.

En su ausencia, un grupo de soldados españoles logra infiltrarse en la ciudad de Salta y el donde el 7 de junio de 1821 atacan el lugar donde el joven general estaba alojado, hiriéndolo de gravedad. Güemes logra salir de la ciudad y llegar hasta el Cuartel de Los Infernales, ubicado en la zona denominada La Horqueta.

Ante la gravedad de sus heridas, los españoles le ofrecen atención médica, a cambio de la rendición incondicional. Esa propuesta fue rechazada y aun sabiendo que estaba a punto de morir, Güemes hizo jurar a sus hombres que no se rendirían y recuperarían la ciudad de Salta.  Güemes tenía 36 años de edad cuando murió y es el único General argentino muerto en combate contra un enemigo extranjero. Su ejemplo sirvió de inspiración a políticos y militares de todos los tiempos.

En el año 1938, es decir 117 años después de su muerte, la República Argentina creó la Gendarmería Nacional Argentina, una fuerza inspirada en sus valores y de la cual el General Güemes es su máximo referente.

Su vida nos dejó varias enseñanzas, como por ejemplo las siguientes:

  1. El alto respeto por las Instituciones y por los compromisos que cada uno asume en la vida. En todo lo que hizo, el General Güemes trató siempre de hacer las cosas de la mejor manera, usando incluso para ello, sus propios recursos económicos.
  2. Dejó el claro el concepto que a la Patria debemos defenderla entre todos, sin distinción de clases sociales, sexo o edad. Como Gobernante, permaneció siempre junto a los pobladores locales, a quienes apoyó para que sigan realizando sus tareas e incluyó en las acciones de defensa.
  3. Como militar, empleó técnicas de combate utilizadas aún hoy por las fuerzas especiales de todo el mundo, aplicando un asedio permanente a sus enemigos.
  4. Fue, además, una persona con sentimientos humanitarios muy marcados. Para algunos amantes de las historias románticas, Güemes murió por visitar a su esposa.

Las acciones del General Martín Miguel de Güemes sirvieron, sirven y servirán para escribir muchos libros, pero lo más importarte es rescatar su ejemplo. Los Héroes no deben ser solo imágenes impresas en láminas o bustos de piedra, sino personas que nos dejaron un mensaje.

Recordemos sus acciones y tratemos de imitarlos en nuestra vida diaria, porque los Héroes solo mueren cuando dejamos de recordarlos.

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