Diez Cascos Azules de Chad integrantes de la Misión de la ONU en Mali, fueron muertos en un ataque
terrorista en el norte de Mali, según las últimas cifras de la ONU. En su primer balance provisional, la Misión de la ONU en Mali (Minusma) había informado de ocho muertos y de varios heridos. A través de su portavoz, el jefe de Naciones Unidas, António Guterres, condenó contundentemente el ataque llevado a cabo contra una base de la Minusma y trasladó sus condolencias al Gobierno de Chad y a las familias y seres queridos de los fallecidos.
El secretario general de la ONU recordó que los ataques contra cascos azules de la organización pueden constituir crímenes de guerra bajo la legislación internacional y dejó claro que este tipo de acciones no harán a Naciones Unidas reducir sus esfuerzos para estabilizar Mali. Según la Minusma, el atentado contra su base en Aguelhok fue un «ataque complejo» llevado a cabo por numerosos terroristas llegados por sorpresa a bordo de varios vehículos armados. Guterres explicó que los cascos azules respondieron con firmeza y mataron a varios de los atacantes.
De todas las misiones de paz de la ONU en el mundo, la Minusma es la más mortífera desde su creación en 2012: en 2017 el número de cascos azules muertos fue de 21. Además de la Minusma, los distintos grupos terroristas en Mali atacan con frecuencia a las fuerzas armadas de su país, y todo ello se superpone con crecientes conflictos armados entre grupos por tensiones étnicas o por el control de la tierra. En este contexto, los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU emitieron un comunicado de condena «enérgica» por el ataque perpetrado contra el campamento de la Minusma.
Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron sus más profundas condolencias y apoyo a las familias de las víctimas, así como al Gobierno del Chad y a la Minusma y desearon una rápida y completa recuperación a los heridos. El Consejo de Seguridad pidió al Gobierno de Mali que investigue rápidamenteeste ataque y que lleve a los responsables ante la justicia.
Subrayó que los ataques dirigidos contra el personal de mantenimiento de la paz pueden constituir crímenes de guerra en virtud del derecho internacional. Los miembros del Consejo de Seguridad reafirmaron que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves para la paz y la seguridad internacionales, y subrayaron la necesidad de llevar ante la justicia a los involucrados en estos actos de terrorismo.
FUENTE: Diario El Mundo (España)