SEGURIDAD PÚBLICA

La experiencia de Argelia, el país que recuperó la paz

La guerra civil argelina, conocida también en francés como la «décennie noire» (Década Negra), fue un conflicto armado librado entre el gobierno democrático argelino y varios grupos rebeldes islamistas que empezó a principios de 1992 hasta finalizar progresivamente entre 1999 y 2002.

El número de muertes se estima entre 150.000 y 200.000 personas, entre la población civil inocente, integrantes de las organizaciones fundamentalistas, fuerzas armadas, de seguridad y policiales, periodistas y extranjeros diplomáticos y empresarios, que no habían acatado la orden de abandonar el país que impartieron los grupos fundamentalistas para aislar al gobierno.

El conflicto terminó con la victoria del gobierno tras la rendición del Ejército Islámico de Salvación y la derrota del Grupo Islámico Armado, que era el ala más violento del Frente Islámico de Salvación.

Cómo fue la lucha en ese momento

Al incrementarse los enfrentamientos, comenzó una ola de atentados con explosivos, caracterizados por autobombas en lugares públicos y asesinatos indiscriminados contra la población civil realizados con cuchillos y disparos.

Como respuesta, el gobierno aplicó un estricto anillo de seguridad que abarcaba 30 km desde el centro de la ciudad, ubicada sobre el Mar Mediterráneo. Todas las vías de acceso a la ciudad desde y hacia el exterior, fueron selladas y estrictamente controladas. Este plan incluía un toque de queda desde las 22,00 hasta las 06,00 horas, complementado con severos controles llevados a cabo por Fuerzas Especiales de la Gendarmería y Policía, ejecutados durante el día y la noche.

En estos controles, se identicaban a las personas y se revisaban sus pertenencias en busca de armas o elementos prohibidos. Al mismo tiempo y en base a investigaciones judiciales, se realizaban allanamientos en los domicilios y controles perimetrales en los barrios identificados como bases de los grupos rebeldes, dejándoles pocas vías de acceso que eran estrictamente controladas.

En forma progresiva, los rebeldes fueron perdiendo su poder de fuego, por ser detenidos sus principales cabecillas e integrantes y cortadas sus vías de abastecimiento de armas y municiones.

Poco a poco, la población civil de Argel, la ciudad capital de Argelia, recuperó su paz interior aunque algunos conflictos de baja intensidad seguían en las zonas del interior del país.

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