El Destacado Trabajo de los Gendarmes argentinos en las Misiones de Paz
Los Gendarmes argentinos tienen un alto prestigio entre los países que participan de las Misiones de Paz de las Naciones Unidas. En promedio, de una Misión de Paz participan como mínimo 50 naciones de todos los continentes y esa experiencia brinda la oportunidad de conocer y hacer conocer las respectivas culturas e historia de cada uno de ellos.
Las despedidas son siempre un momento de gran sensibilidad, en las que cada uno cosecha lo que siembra. En una Misión de Paz, los Gendarmes argentinos se suman a un sistema de trabajo en el que las nacionalidades y los grados militares pasan a un segundo plano, prevaleciendo la capacidad para desarrollar con éxito la Misión, conforme a lo establecido en el Mandato de las Naciones Unidas.
Por otra parte, esa integración implica que el Gendarme debe actuar en forma individual y con un sistema de autocontrol, tanto en su conducta personal como profesional. Para ser más claros, ningún superior jerárquico le llamará la atención respecto a su uniforme o aliño personal. Como ejemplo de estos reconocimientos, mencionamos el caso del Suboficial Mayor (Retirado) Dardo Ocampo, quien como Suboficial Superior prestó servicios en el área de Operaciones de la Misión “UNMIK” en Kosovo en los años 1999/2000, con el número interno de identificación (ID) CP 00025. Cabe agregar además, que durante su tiempo de servicio en la Misión, fue poseedor de la única tarjeta emitida por la KFOR, que permitía el acceso irrestricto a cualquier campo militar en toda la misión.
Antes de su partida, fue convocado a su despacho por Jefe de Contingente francés, (Director de Operaciones) donde llevó a cabo sus actividades. El reconocimiento se debió al cumplimiento de una tarea “bien realizada” (Well Done), como se califica en el ámbito militar.
Asimismo, también fue reconocido por el Jefe del Contingente de los Estados Unidos, Sr David Cosner, quien integraba el staff de los Oficiales de Estado Mayor de la Misión. El citado Jefe le hizo entrega de un reconocimiento único, otorgado por su buen rendimiento durante la misión: el Escudo (Emblema Nacional) de los Estados Unidos. En la oportunidad, le explicó que el mismo solo se obsequiaba en casos excepcionales y que “admiraba con placer el desenvolvimiento de su rol frente a las responsabilidades que le tocó enfrentar”.
Tampoco estuvo ausente el reconocimiento brindado por un Teniente Coronel inglés, quien era Jefe del Contingente de UNPOL y Director de un Área. En la oportunidad, hablaron sobre el tema de la Guerra de Malvinas con mucho respeto, manifestando el Oficial inglés “que el conflicto pasado no debía perjudicar las buenas relaciones”. Agregó además “que jamás había imaginado que las circunstancias nos llevarían a trabajar en pos de un mismo objetivo, felicitándolo frente a frente por su alta performance en el desarrollo de sus responsabilidades dentro de la estructura donde desarrolló sus actividades durante un año.
Estos son momentos que calan hondo en el espíritu de cada Gendarme que participa de una Misión de Paz. “Estos son algunos momentos en que solo quedan en la memoria de cada participante. Aprendí a trabajar sin supervisión, (auto conducción bien entendida), el cumplimiento de directivas, al desenvolvimiento en un ambiente diverso, desde donde pude trabajar en pos del objetivo de la misión y también muchas veces en función del contingente y en función del contingente SPU en Kosovo”, dice hoy el Suboficial Mayor ® Dardo Ocampo.
Cabe agregar que ese permanente reconocimiento a los Gendarmes argentinos en las Misiones de Paz, es un logro de los antiguos veteranos, quienes desde el año 1991 muestran al mundo su capacidad profesional y personal en todas las situaciones.
FUENTES: Propias